Dossier Claudio KATZ

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Articles

  • 19/08/2011, Claudio KATZ, ¿Imperialismo versus economía de mercado?, ArgenPress - Mundo en Cuestión
    El estudio del imperialismo no debe ser sustituido por el análisis de la hegemonía. Esta visión inspira la contraposición del territorialismo occidental con el pacifismo oriental y desconoce los entrelazamientos del capitalismo con el mercado. Presupone una errónea universalidad del capitalismo desde el siglo XV e identifica el belicismo occidental con la expansión comercial externa, omitiendo el servicio que brindó a los industriales.
    El protagonismo japonés demuestra que Oriente no ha sido ajeno a la agresividad imperial. El contraste de la decadencia norteamericana con el ascenso de China soslaya un tipo de asociación entre ambas potencias que no puede ser analizado con los modelos de Adam Smith.
    Es indispensable caracterizar adecuadamente los rasgos centrales del capitalismo para registrar la restauración en curso de ese sistema en China. Un liderazgo pacifista oriental choca con el totalitarismo y la hipótesis de una hegemonía ideológica china contrasta con la difusión del americanismo entre las elites del país. No existen indicios de giros hacia propuestas antiimperialistas.
    Un enfoque reciente propone reemplazar el estudio del imperialismo por el análisis de la hegemonía. Considera que la primera noción perdió utilidad y que la segunda ha recuperado gravitación para explicar dos tendencias de la época: el declive norteamericano y el ascenso chino
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  • 12/08/2011, Claudio KATZ, ¿Un imperio trasnacional?, ArgenPress
    La teoría de la transnacionalización global subraya tendencias reales hacia la asociación mundial del capital y la gestión concertada de la tríada. Pero el enfoque retoma la tesis ultra-imperial y tiene puntos de contacto con el globalismo convencional.
    No existen evidencias de nivelación capitalista mundial. Al contrario, las brechas entre países se acrecientan y persisten los bloqueos a la movilidad irrestricta del capital y el trabajo. El globalismo confunde integración con transnacionalización de las clases dominantes.
    Ese enfoque ignora el rol central de los viejos estados nacionales en el avance de la mundialización y desconoce que las configuraciones de clases son procesos históricos que no se modifican en décadas. También omite que las incipientes estructuras globales están muy lejos de cumplir funciones estatales básicas y que el capital no existe como entidad unitaria multinacional. La ausencia de un ejército globalizado desmiente las exageraciones transnacionalistas.
  • 05/08/2011, Claudio KATZ, Teorías de la sucesión hegemónica, ArgenPress
    Los pronósticos de reemplazo estadounidense por Europa, omiten la subordinación político-militar del Viejo Continente. No registran las inconsistencias de la estrategia comunitaria y la escasa aptitud de las antiguas potencias coloniales para comandar el imperialismo contemporáneo. Las previsiones de liderazgo hegemónico asiático basadas en Japón fallaron por omitir la dependencia del custodio norteamericano. Las nuevas situaciones de multipolaridad no anulan la subsistencia de un ordenador del capitalismo global.
    La sucesión de liderazgos ha sido un elemento de la dinámica histórica, pero no una pauta inexorable de la evolución social. La atención excluyente a ese elemento diluye las diferencias que separaron a los distintos modos de producción. Jerarquiza la “historia por arriba” y presta escasa atención a las confrontaciones sociales. La dialéctica entre condicionantes estructurales y circunstancias azarosas no es compatible con un presupuesto de invariable reemplazo hegemónico.
    Es incorrecto remontar el origen del capitalismo al siglo XVI, olvidando la compatibilidad del capital comercial con distintos regímenes sociales. El capitalismo no tuvo origen mundial y se asentó en procesos de expropiación social. Es un sistema basado en el imperativo de la competencia, la maximización de la ganancia y la explotación de los asalariados.
    Es necesario reconocer las diferencias que separan a los imperios que antecedieron y sucedieron al surgimiento del capitalismo. La coerción extra-económica, la conquista de territorios y el establecimiento de colonias, difieren de las formas de opresión capitalistas. El imperio pleno del capital sólo irrumpió durante el siglo XX. Recordar esta cronología es vital desarrollar comparaciones adecuadas.
  • 29/07/2011, Claudio KATZ, Discusiones sobre el declive de Estados Unidos, ArgenPress
    Los diagnósticos de declinación estadounidense destacan la regresión monetaria e industrial y el endeudamiento externo del país. Pero analizan la economía norteamericana con los mismos parámetros de cualquier otro país, olvidando el papel primordial de la primera potencia en la reproducción del capital global. Esa centralidad se verifica en la primacía de las finanzas estadounidenses.
    El dólar ha perdido su reinado mundial, pero ninguna otra divisas se perfila como reemplazante y en las situaciones de crisis es el refugio más apetecido. El endeudamiento norteamericano es sostenido por varias potencias exportadoras. Para comprender el rol de una economía imperial hay que superar la perspectiva nacional comparativa.
    El retroceso de la industria norteamericana está compensado por la localización externa de las firmas. Esta combinación es omitida por la teoría de la declinación, que también soslaya el liderazgo tecnológico de Estados Unidos. La primera potencia lucra con el neoliberalismo y se ha recompuesto en cada disipación de las crisis capitalistas.
    El retroceso militar de Estados Unidos no se verifica. La primera potencia sufrió derrotas, pero también logró varios éxitos. Hay que distinguir la envergadura de cada episodio y registrar el ejercicio cotidiano de la coerción imperial. Estados Unidos no es un guerrero solitario, sino que encabeza un dispositivo de protección colectiva. La omisión de este dato conduce a observar “sobre-extensiones territoriales”, donde existen manejos capitalistas.
    El intento norteamericano de introducir modalidades de gestión globalizada confirma la inconveniencia de evaluar su liderazgo con parámetros comparativos. No se deben confundir coyunturas con tendencias. Evitar la subestimación del gendarme es la condición para derrotarlo.
  • 24/07/2011, Claudio KATZ, Lecciones de Argentina para Grecia, PDF
    El rescate de los acreedores que se intenta en Grecia es análogo al ensayado en Argentina y genera la misma catástrofe social. Los acreedores repiten la transferencia de papeles desvalorizados a los estados, pero la crisis actual es más explosiva por la magnitud de los desbalances, la fragilidad de los bancos y el endeudamiento público crítico del Primer Mundo.
    Los agravios contra Grecia ocultan la apropiación de excedentes que consumaron las economías máavanzadas y la salida deflacionaria repite el mismo círculo vicioso del ajuste que padeció Argentina. Las refinanciaciones que ponderan los keynesianos complementan ese ahogo.
    La experiencia del Cono Sur confirma la conveniencia de una moratoria unilateral y la necesidad de una auditoria. Indica que se debe nacionalizar los bancos y proteger las reservas, antes de cualquier viraje de la política económica. El crecimiento de Argentina obedece a condiciones muy específicas, pero Grecia podría inaugurar otro rumbo de recuperación. La insubordinación popular es el principal rasgo en común de ambas experiencias.
  • 22/07/2011, Claudio KATZ, Los cambios en la rivalidad interimperial, ArgenPress
    Algunos actualizadores de la teoría del imperialismo clásico avizoran un retorno de los choques bélicos entre potencias occidentales. Esa hipótesis no tiene corroboración. El chantaje nuclear es ejercido contra terceros y los conflictos económicos no se proyectan a la esfera militar. Nadie quiere desarmar el sistema de protección capitalista que controla el Pentágono.
    La tesis clásica concibe un resurgimiento de la confrontación ruso-norteamericana. Pero ese choque no tuvo alcance inter-imperial en el pasado y es aventurado suponer que forma asumiría en el futuro. Es también especulativo imaginar que modalidad presentaría un conflicto entre Estados Unidos y China.
    Las teorías que ponen el acento en el resurgimiento de la rivalidad económica no captan la restricción geopolítica de esa concurrencia. Tampoco perciben como la mundialización modifica el carácter de esa competencia. Al observar las ventajas imperiales de Estados Unidos como una carga, soslayan su utilización para reciclar el poder norteamericano.
    La atención a la concurrencia entre potencias conduce a equiparar erróneamente las presiones proteccionistas con tendencias librecambistas más gravitantes. El neo-mercantilismo ha quedado obstruido por la mundialización neoliberal y la internacionalización contemporánea, no es comprable con su antecedente de principio del siglo XX.
    La presentación del imperialismo actual como un cruce entre competencias económicas y geopolíticas, no resuelve los problemas de la tesis clásica. Hay conflictos entre lógicas capitalistas y lógicas territoriales, pero ambos principios no son equivalentes. La acumulación tiende a subordinar la dinámica espacial al imperio del capital.
    La teoría del “nuevo imperialismo” busca interpretar las contradicciones generadas por tensiones entre la concentración y la dispersión geográfica. Los conflictos entre fijación y movilidad del capital se zanjan a través de crisis itinerantes y procesos de desvalorización de la fuerza de trabajo.
  • 15/07/2011, Claudio KATZ, ¿Etapa final o temprana del imperialismo?, ArgenPress
    La visión del imperialismo como una etapa superior del capitalismo, caracterizada por la declinación histórica, estuvo condicionada por la catástrofe bélica de entre-guerra. Este enfoque introdujo el análisis de períodos históricos diferenciados, pero el simple contrapunto entre el auge y la decadencia omite las mutaciones ciclópeas del siglo XX y desconoce que la era clásica fue una etapa intermedia de la expansión imperial.
    En lugar de analizar el imperialismo como un período único, conviene estudiarlo en función de las distintas etapas que atravesó el capitalismo. Esta visión es más esclarecedora que la óptica centrada en una mega-etapa de descenso histórico. Ese enfoque conduce a generalidades, exagera el alcance de las crisis y olvida el papel determinante de la acción política.
    El contraste entre el progreso del pasado y la decadencia actual indaga al capitalismo con parámetros de otro modo de producción. Reemplaza el análisis de los desequilibrios objetivos por criterios de dominación y busca erróneas analogías con la Antigüedad. También confunde la denuncia con la interpretación y olvida que la violencia extrema acompañó al capitalismo desde su nacimiento. Resulta inconveniente idealizar ese pasado.
    La crítica debe cuestionar la naturaleza de este sistema y no las desventuras de cierto período histórico. El capitalismo no constituyó en el pasado la única, ni la mejor opción para el desenvolvimiento de la humanidad. Este régimen social está afectado por crecientes contradicciones y no por un destino de desplome terminal. No se disolverá por envejecimiento y su erradicación depende de la construcción de una alternativa socialista.
  • 08/07/2011, Claudio KATZ, Replanteos marxistas del imperialismo, ArgenPress
    Todas las discusiones marxistas contemporáneas sobre el imperialismo parten del enfoque de Lenin, que resaltaba la sustitución de la libre competencia por el dominio de los monopolios. Los defensores contemporáneos de estas tesis olvidan el carácter complementario de ambos rasgos y la necesaria continuidad de la concurrencia bajo el capitalismo.
    La mundialización neoliberal reavivó la pugna competitiva, confirmando que el comportamiento de los precios no está sujeto a reglas arbitrarias, ni a simples concertaciones. Sigue un principio objetivo de ajuste en función de la ley del valor.
    La teoría de la hegemonía del capital financiero quedó cuestionada por la supremacía industrial durante el boom de posguerra. Esa concepción generalizó una situación peculiar de Alemania. Bajo el neoliberalismo los financistas han ocupado nuevamente un acotado rol dirigente, que favorece a toda la clase capitalista. Su papel en la acumulación que no se limita a la succión de beneficios.
    Las tesis que enfatizan el rentismo improductivo sugieren una presentación simplificada del capitalismo como un casino regido por el azar. Omiten que los principales desequilibrios del sistema se generan en el área productiva y desconocen los cambios registrados en los países deudores.
    Los teóricos del estancamiento tecnológico suponen erróneamente que la innovación radical ha desaparecido. No logran explicar la transformación informática en curso e ignoran que la renovación tecnológica es indispensable para sostener la rivalidad por el beneficio. Estas mejoras son el fundamento de la plusvalía relativa y siempre adoptaron modalidades constructivas y destructivas.
    Las principales tensiones del capitalismo no provienen del parasitismo, sino de su descontrolado dinamismo. La concepción que postula la desaparición del ciclo olvida que los vaivenes periódicos son necesarios para procesar valorizaciones y desvalorizaciones del capital.
  • 01/07/2011, Claudio KATZ, Interpretaciones convencionales del imperio, ArgenPress
    Los aportes de las teorías convencionales al análisis del imperialismo contemporáneo son limitados. Las cruzadas militaristas de los neoconservadores realzan las virtudes civilizatorias de la invasión imperial. Son reivindicadas por los teóricos hegemonistas, que proponen recordar al mundo la gravitación del poder norteamericano. Otra tesis más realista defiende esta acción con planteos pragmáticos, pero sosteniendo la misma política hobbesiana.
    Con Obama han recobrado preeminencia las justificaciones liberales que disfrazan el militarismo con mensajes benevolentes. Se retoman los mitos paternalistas y la acción humanitaria se ha convertido en la principal justificación imperial. Pero se oculta la naturaleza selectiva de las intervenciones y el doble patrón utilizado frente a los aliados y los adversarios. Predomina una argumentación pluralista, que busca argumentos de gobernabilidad mundial. Omite que en lugar de criterios normativos, siempre predominan las prioridades imperiales.
    Las justificaciones legalistas del intervencionismo imperialista postulan la vigencia de un nuevo derecho internacional para proteger a los pequeños países. Pero no explica el continuado monopolio que ejercen las grandes potencias, en la administración de esas normas. No existe una “sociedad civil global” que regule esas acciones, sino que impera el derecho del más fuerte. El humanitarismo militar convalida el orden imperial.
    El expansionismo ha desatado reacciones críticas que proponen desmantelar el imperio, siguiendo el precedente inglés. Pero esta secuencia choca con la protección norteamericana del capitalismo global. El belicismo no es una carga indeseada, sino una ventaja utilizada por las clases dominantes estadounidenses. Constituye una necesidad y no una opción del sistema.
    En lugar de identificar al imperialismo con la ambición de poder, el enfoque marxista asocia el fenómeno con la acumulación capitalista a escala global. A partir de este presupuesto, existe un intenso debate al interior de esta escuela.
  • 24/06/2011, Claudio KATZ, Las áreas estratégicas del imperio, ArgenPress
    Las agresiones de la última década han privilegiado las zonas tradicionales. Los ataques en Medio Oriente se explican por las reservas petroleras y la ubicación geopolítica. Pero en Irak influyó también el mensaje general de dominación, junto a imposiciones del lobby sionista y presiones neoconservadoras. Luego de un gran desangre, el resultado del atolladero permanece abierto.
    La extensión de la guerra hacia Afganistán y Pakistán agrava la tragedia humanitaria, recompone a Irán, genera tensiones con India y recrea el fantasma de los talibanes. Estados Unidos sostiene a Israel como un apéndice colonial que impide la constitución del estado palestino. Esta opresión es encubierta con una falsa identificación del judaísmo con el sionismo y torna improbable la repetición del curso seguido en Sudáfrica. La resistencia de los palestinos converge ahora con una sublevación generalizada que cambia el escenario regional.
    Estado Unidos continúa considerando al grueso de América Latina como su “patio trasero”. Jerarquiza la presión militar a través de la IV flota y nuevas bases de Colombia, que hostigan a los gobiernos antiimperialistas y redoblan las provocaciones contra Cuba.
    El imperialismo militariza esa región con el pretexto de enfrentar al narcotráfico, cuando ha utilizado esa actividad para financiar operaciones de la CIA. Pero ya se ha creado una narco-burguesía criminal, que rompe la cohesión de los estados.
    La ocupación militar ha reaparecido en Haití y el golpismo clásico que resurgió en Honduras no pudo prosperar en Ecuador, Bolivia y Venezuela. Estados Unidos intenta una contraofensiva en América Latina para recuperar terreno económico frente a sus rivales, luego del fracaso del ALCA.
  • 17/06/2011, Claudio KATZ, Adversarios y aliados del imperio, ArgenPress
    Estados Unidos refuerza su papel de gendarme para contrarrestar los desafíos de viejos enemigos, nuevos adversarios y tradicionales aliados. Extiende la red de bases militares e institucionaliza el terrorismo de estado. También invade con pretextos humanitarios a los países que albergan grandes recursos o tienen gravitación geopolítica.
    Obama ha mantenido sin cambios esta política belicista y abandonó todas sus promesas de moderar la agresividad. Este belicismo genera una degradación moral que desestabiliza a la sociedad norteamericana y socava las tradiciones democráticas. El militarismo es apuntalado por formaciones derechistas, que aportan la base social de las cruzadas internacionales.
    Estados Unidos intenta bloquear el ascenso de economías emergentes que tienen recursos demográficos y naturales o experiencia de dominación político-militar. Este grupo de países desarrolla acciones sub-imperiales y tiene mayor autonomía que su precedentes de la posguerra. El imperialismo promueve la dispersión de ese bloque, mediante la cooptación de ciertos adversarios a una asociación unilateral. Busca especialmente establecer coordinaciones hegemónicas con India, Sudáfrica y Brasil.
    La primera potencia intentó neutralizar por completo a Rusia cuando se desplomó la Unión Soviética, pero ha debido aceptar un status de presión militar y negociaciones. Frente al arrollador avance económico de China persiste una indefinición entre la beligerancia y el compromiso.
    El gigante del Norte ejerce su liderazgo imperial con la resignada aprobación de Japón, cuya orfandad militar lo obliga a aceptar todas las presiones económicas. Europa conformó una Unión Monetaria, pero no logra cohesión bélica y se amolda a las pautas del Pentágono.
    El imperialismo norteamericano intenta reafirmar su liderazgo imperial con controles, sanciones y restricciones a la proliferación nuclear. Define quiénes deben participar y ser excluidos de la disuasión. Estas negociaciones retratan el escenario imperial.
  • 10/06/2011, Claudio KATZ, Gestión colectiva y asociación económica imperial, AgenPress
    El imperialismo contemporáneo se caracteriza por una gestión colectiva de la tríada. Existe un interés compartido en desarrollar una administración común bajo la protección norteamericana. Esta pauta se ha verificado en las guerras recientes, que corroboraron la subordinación de Japón y los límites de la autonomía europea.
    El imperialismo colectivo no implica un manejo equitativo del orden mundial, pero sí asociaciones que modifican radicalmente el viejo escenario de guerras inter-imperiales. Este nuevo marco tiene ciertas semejanzas con el concierto de las naciones de principio del siglo XIX.
    Las agresiones imperiales conjuntas (guerras globales) coexisten con acciones al servicio específico de cada potencia (guerras hegemónicas). La tendencia norteamericana a convertir a sus socios en vasallos determina muchos pasajes de la primera modalidad a la segunda. Todas las incursiones se implementan con el pretexto de la seguridad colectiva, que ha sustituido a la defensa nacional, como principio rector de la intervención armada
    La solidaridad militar entre las potencias y la acción geopolítica coordinada obedece a la existencia de nuevas asociaciones económicas, entre capitales de distinto origen nacional. Este entrelazamiento se explica por el tamaño de los mercados requeridos para desenvolver actividades lucrativas. También expresa el nivel de centralización que alcanzó el capital y se verifica en la mundialización financiera, la internacionalización productiva y la liberalización comercial.
    El avance de la internacionalización económica no tiene correspondencia directa en el plano estatal. El soporte de este proceso son los viejos estados nacionales, puesto que ninguna entidad global cuenta con sistemas legales, tradiciones sociales y legitimidad política suficiente, para asegurar la reproducción del capital. Esta contradicción genera múltiples desequilibrios.
    El surgimiento del capitalismo se sostuvo en el estado burgués nacional y no es fácil reemplazarlo por otro organismo, más adaptado a la internacionalización. Esta falta de sincronía genera permanentes tensiones en la coordinación económica, la asociación política y la coerción militar del imperialismo colectivo.
  • 02/06/2011, Claudio KATZ, El papel imperial de Estados Unidos, AgenPress
    El imperialismo contemporáneo se sostiene en la protección internacional que brinda el gendarme norteamericano a todas las clases dominante. Estados Unidos actúa como un sheriff global para confrontar con la insurgencia popular y la inestabilidad geopolítica. Como la primera potencia garantiza la reproducción mundial del capital, obtiene un gran financiamiento externo acumulando desequilibrios, que serían inadmisibles para cualquier otro país. La supremacía del Pentágono determina la gravitación de Wall Street, el dólar y los Bonos del Tesoro.
    El estado norteamericano ha internacionalizado su actividad, a través de instituciones que actúan de manera conjunta en la esfera nacional y mundial. Mantiene además, vínculos privilegiados con todas las elites del planeta y armoniza los intereses de las empresas locales y mundializadas.
    La supremacía imperial se apoya en una ideología americanista de coerción, que diaboliza a los cambiantes enemigos y naturaliza el ejercicio de la violencia. Este imperialismo cultural se expande celebrando el mercado y exaltando el individualismo competitivo.
    El americanismo tiene un doble sustento de belicismo e hipocresía. El uso de la fuerza y la búsqueda de consentimientos se alternan en función de cada coyuntura internacional. Las peculiaridades del imperialismo estadounidense obedecen a un origen no colonialista, que sustituyó el anexionismo por la presión militar y el sometimiento económico.
    La efectividad de la superioridad militar estadounidense es dudosa. Existen crecientes contradicciones entre la voluntad, la tentación y la capacidad hegemónica, en un contexto de segmentación económica y fractura social. Cada acción desestabiliza, además, las relaciones de competencia y cooperación con los socios. El imperialismo contemporáneo afronta fuertes desfasajes. La superioridad militar coexiste con gran diversidad de competidores económicos y creciente dispersión del poder político.
  • 26/05/2011, Claudio KATZ, El imperialismo contemporáneo, AgenPress
    Al concluir la segunda guerra mundial el escenario del imperialismo clásico quedó transformado por la nueva etapa de prosperidad y desaparición de las confrontaciones bélicas entre potencias. Estados Unidos logró una supremacía militar inédita y subordinó a sus rivales, en lugar de demolerlos. La confrontación con la URSS no se equiparó con los viejos choques inter-imperiales, dado el carácter no capitalista del sistema vigente en ese país.
    El contexto económico quedó igualmente transformado por la nueva asociación internacional de capitales, la irrupción de compañías multinacionales, la disminución del proteccionismo, la recuperación del protagonismo industrial y la reorientación de la inversión externa hacia las económicas desarrolladas.
    La actualización de la teoría del imperialismo estuvo bloqueada por una actitud ritualista hacia el enfoque clásico, que asignaba vigencia perdurable a un periodo específico del siglo XX. Esta postura impedía comprender el nuevo marco de solidaridad miliar occidental y asociación multinacional.
    Tres interpretaciones de los años 70 reabrieron la investigación, al resaltar el papel superimperial de Estados Unidos, el entrelazamiento ultra-imperial de las firmas y el carácter acotado de la concurrencia inter-imperialista. Plantearon acertadamente nuevos problemas, que no lograron resolver.
    La mundialización neoliberal ha introducido una nueva etapa, que universaliza el capitalismo. Hay transformaciones cualitativas en todas las áreas. La inestabilidad del modelo y la indefinición de la tónica de crecimiento, no desmienten el cierre del esquema de posguerra. Las características del nuevo período no se clarifican dirimiendo la presencia o ausencia de una onda larga. Se ha consumado un giro comparable al observado a fin del siglo XIX y a mediados de la centuria pasada, que genera novedosos desequilibrios financieros, productivos y comerciales.
    En esta etapa se expande el radio de acción imperial a todo el planeta, con mayores entrelazamientos económicos globales que afectan a los pueblos y regiones desfavorecidas. El imperialismo neoliberal acentúa las diferencias con la era clásica y profundiza las tendencias de posguerra.
  • 23/05/2011, Claudio KATZ, El imperialismo del siglo XXI, Mundo en Cuestión
    La teoría marxista del imperialismo surgió en un período de grandes guerras por la apropiación del botín colonial. Se forjó en una lucha política contra las justificaciones del militarismo y la expectativa pacifista de evitar la conflagración.
    Lenin sintetizó este enfoque en su polémica con Kautsky. Caracterizó las causas de la dinámica belicista y promovió una postura de rechazo revolucionario de la guerra. Luxemburg, Bujarin y Trotsky aportaron otros fundamentos al mismo planteo, en el contexto omnipresente de la sangría bélica. Hay que distinguir esta dimensión política de los problemas teóricos en debate.
    Los cuestionamientos a la tesis de la asociación ultra-imperial se basaban en la ausencia de entrelazamientos capitalistas multinacionales y en la preeminencia de disputas territoriales. A principios del siglo XX prevalecían concertaciones nacionales y choques internacionales. Lenin se inspiró en teorías del proteccionismo, la hegemonía financiera, los monopolios y las inversiones externas de Hilfderding, que también incentivaron la concepción ultra-imperial de Kautsky.
    El líder bolchevique rechazaba la interpretación subconsumista de Luxemburg, pero coincidía con su caracterización del imperialismo, como una etapa de grandes convulsiones. Las divisiones políticas entre revolucionarios y reformistas no se extendían al análisis conceptual del imperialismo. Estas caracterizaciones albergaban un complejo campo de elaboraciones cruzadas. Por esta razón, las discusiones sobre la dimensión económica de la etapa, no presentaron el mismo tono polémico que las divergencias frente a la guerra. En este terreno quedaron pendientes muchos temas sin resolución nítida.
  • 11/11/2010, Claudio KATZ, Interpretaciones de la crisis, ArgenPress
    Transcurridos dos años desde el comienzo de la crisis las explicaciones de lo ocurrido continúan hegemonizadas por un contrapunto entre neoliberales y keynesianos. Los economistas ortodoxos cuestionan la osadía de los banqueros, los desaciertos de los gobiernos y la irresponsabilidad de los deudores. Los heterodoxos objetan el descontrol oficial, la tolerancia de la especulación y la ausencia de regulaciones financieras. Frente a esta argumentación comienza a ganar espacio otra interpretación de raíz marxista, que atribuye la convulsión a desequilibrios intrínsecos del capitalismo.
  • 13/05/2010, Claudio KATZ - L’impérialisme du XXIe siècle, NPA Jeunes
    Après des années de silence la discussion stratégique resurgit au sein de la gauche latino-américaine. A nouveau on analyse les orientations et les moyens d’action pour avancer vers l’objectif socialiste. Cette réflexion concerne six grands thèmes : les conditions matérielles, les rapports de forces, les sujets sociaux, la conscience populaire, les cadres institutionnels et l’organisation des opprimés.
  • 13/05/2010, Claudio KATZ - L’impérialisme du XXIe siècle, NPA Jeunes
    Le renouveau de l’intérêt pour l’étude de l’impérialisme a modifié le débat sur la mondialisation, centré jusque là exclusivement sur la critique du néolibéralisme et sur les traits nouveaux de la mondialisation. Un concept développé par les principaux théoriciens marxistes du XXe siècle - qui a connu une large diffusion aux cours des années 1970 - attire à nouveau l’attention des chercheurs du fait de l’aggravation de la crise sociale du Tiers-Monde, de la multiplication des conflits armés et de la concurrence mortelle entre les firmes.
    La notion d’impérialisme conceptualise deux types de problèmes : d’une part, les rapports de domination en vigueur entre les capitalistes du centre et les peuples de la périphérie et d’autre part les liens qui prévalent entre les grandes puissances impérialistes à chaque étape du capitalisme. Quelle est l’actualité de cette théorie ? En quoi peut elle contribuer à éclairer la réalité contemporaine ?
  • 03/05/2010, Claudio KATZ, Las tres dimensiones de la crisis, Archivo Chile - Mundo en Cuestión
    Desde el estallido bancario del 2008 han aparecido muchos signos de una crisis sistémica del capitalismo. Esta convulsión no expresa solo el agotamiento de un régimen de acumulación o el estallido de la financiarización. Ha salido a flote una crisis múltiple de gran alcance social, geopolítico y ambiental. ¿Pero cuáles son los vínculos entre estos diversos impactos? ¿Cómo se relacionan los variados desequilibrios en curso?.
    En los cinco artículos que presentamos a continuación se busca clarificar estas conexiones, partiendo de una distinción entre niveles coyunturales, estructurales e históricos de la conmoción. Esta diferenciación apunta a resaltar la existencia de varios tipos de crisis que han emergido en forma mixturada.
  • 22/02/2010, Claudio KATZ, Karl Marx on the transition from feudalism to capitalism, Libcom
    A useful summary of the argument that the class struggle of the peasantry was crucial in the transition to capitalism.
  • 13/01/2010, Claudio KATZ, Frente a la crisis política actual: Investigar la deuda - Enfrentar a la derecha, ArgenPress
    Otro conflicto de imprevisibles consecuencias ha estallado entre el gobierno y la oposición de derecha.
  • janvier 2010, Claudio KATZ, L’Amérique latine et la crise mondiale, Inprecor N° 556-557
  • 27/11/2009, Claudio KATZ, Crisis global II: Las tendencias de la etapa (Parte IV), ArgenPress
  • 26/11/2009, Claudio KATZ, Crisis global II: Las tendencias de la etapa (Parte III), ArgenPress
  • 25/11/2009, Claudio KATZ, Crisis global II: Las tendencias de la etapa (Parte II), ArgenPress
  • 24/11/2009, Claudio KATZ, Crisis global II: Las tendencias de la etapa (Parte I), ArgenPress
    El año transcurrido desde el inicio de la crisis global ha ilustrado varias tendencias del capitalismo contemporáneo. Analizar estos rasgos es más importante que dilucidar las secuelas del estallido en el corto plazo. El vaivén coyuntural de las acciones, los títulos o las divisas no esclarece el devenir del sistema, pero algunas diferencias con la depresión del 30 ofrecen un buen punto de partida para esa clarificación.
  • 23/10/2009, Claudio KATZ, Crisis Global I: Un respiro en la turbulencia (Parte IV), ArgenPress
  • 22/10/2009, Claudio KATZ, Crisis Global I: Un respiro en la turbulencia (Parte III), ArgenPress
  • 21/10/2009, Claudio KATZ, Crisis Global I: Un respiro en la turbulencia (Parte II), ArgenPress
  • 20/10/2009, Claudio KATZ, Crisis Global I: Un respiro en la turbulencia (Parte I), ArgenPress
    En este primer texto se analiza la coyuntura de alivio financiero que ha generado el socorro estatal a los banqueros. Los financistas han impuesto la socialización de sus pérdidas, luego de dispersar el riesgo en sofisticadas operaciones. Cómo lograron bloquear el control de su actividad han reiniciado las burbujas y refuerzan la concentración financiera. Aunque la situación de muchos bancos sigue comprometida, lograron traspasar parte de su quebranto al resto de la economía.
    Los auxilios estatales atenúan pero no revierten la mayor recesión de las últimas décadas. Estos rescates han provocado un incremento explosivo de la deuda pública, que impondrá gravosos pagos de intereses y debilitará las futuras recuperaciones. En la coyuntura, el freno a la producción es retroalimentado por el desempleo y la caída de los salarios.
    Existen fuertes indicios del carácter prolongado de la crisis. Nuevos estallidos en las economías más frágiles coexistirían con la repetición en los países avanzados del estancamiento japonés de los años 90. El establishment vacila entre prorrogar y reducir las subvenciones estatales, mientras se procesa una desvalorización de capitales a través de drásticas reorganizaciones empresarias. El modelo seguido por General Motors ilustra el carácter socialmente regresivo de esta reconversión.
    La distensión financiera induce a los neoliberales a retomar el evangelio de la desregulación. En cambio los keynesianos apuestan a enderezar el capitalismo con mecanismos de control. Pero ambas vertientes ignoran que la crisis obedece a contradicciones intrínsecas del sistema.
    Las clases dominantes propician nuevos recortes de salarios y de conquistas sociales. Incentivan el temor que suscita el desempleo y pretenden transformar la frustración de los sectores medios en furia antipopular.
    El alivio que exhiben los capitalistas también refleja las debilidades de la resistencia social, que perdió fuerza luego de contundentes respuestas iniciales. El impasse político del movimiento alterglobal dificulta la coordinación de una protesta mundial. Los trabajadores enfrentan la crisis actual en condiciones más adversas que la generación precedente, pero habrá muchas oportunidades para recuperar la iniciativa.
  • 10/07/2009, Claudio Katz on Latin America, the right and imperialism: "The solution to the crisis of capitalism has to be political", Links International Journal of Socialist Renewal
  • 10/07/2009, Entrevista con el economista argentino Claudio Katz: “La solución a la crisis del capitalismo tiene que ser política”, ArgenPress
  • 26/02/2009, Claudio KATZ, América Latina frente a la crisis global (Parte III), ArgenPress
  • 25/02/2009, Claudio KATZ, América Latina frente a la crisis global (Parte II), ArgenPress
  • 23/02/2009, Claudio KATZ, América Latina frente a la crisis global (Parte I), ArgenPress
    El impacto de la crisis mundial sobre América Latina suscita tres tipos de discusiones: la incidencia económica inmediata, los efectos políticos de largo plazo y las medidas sociales requeridas para enfrentar el descalabro financiero.
  • 07/01/2009, Claudio KATZ, Codicia, regulación o capitalismo (Parte III), ArgenPress
  • 06/01/2009, Claudio KATZ, Codicia, regulación o capitalismo (Parte II), ArgenPress
  • 05/01/2009, Claudio KATZ, Codicia, regulación o capitalismo (Parte I), ArgenPress
    El agravamiento de la crisis ya forma parte del paisaje cotidiano. Los informativos invariablemente incluyen el desmoronamiento de algún banco, el desplome de las Bolsas y anuncios de masivos despidos. La intensidad del temblor está a la vista, pero sus causas permanecen en la oscuridad. Las explicaciones neoliberales y keynesianas que ocupan la primera plana, no aportan respuestas significativas.
  • 02/12/2008, Claudio KATZ, A crash course in capitalism, Alternatives International
    The seism on Wall Street has surprised the world Establishment. At the summits of power, panic and alarmist declarations dominate. Everyone is absorbing an event which could be the beginning of a change of epoch. The comparison with the fall of the Berlin Wall gives some indication of this historical dimension.
  • 08/10/2008, Claudio KATZ, Lección acelerada de capitalismo (Parte II), ArgenPress
  • 07/10/2008, Claudio KATZ, Lección acelerada de capitalismo (Parte I), ArgenPress
    El terremoto de Wall Street ha desconcertado al establishment global. En la cúspide del poder predomina el pánico y las declaraciones alarmistas. Todos registran la presencia de un acontecimiento que podría inaugurar un cambio de época. La comparación con la caída del muro de Berlín es un indicio de esta dimensión histórica.
  • juin-juillet 2007, Claudio KATZ, Socialisme ou néo-développementisme, Inprecor N° 528-529
  • November–December 2005, Claudio KATZ, Strategies for the Latin American Left, International Socialist Review
  • 17/11/2004, Claudio KATZ, Chaos irakien : une aventure coloniale dans l’impasse, Le Grand Soir
  • 08/04/2004 Claudio KATZ, Mercosur et ZLÉA : de l’échec à la soumission, Le Grand Soir
  • mars-avril 2003, Claudio KATZ, L'entrée en scène du nouvel impérialisme, Inprecor N° 480-481
  • octobre-novembre 2002, Claudio KATZ, Crises récentes en périphérie, Cahiers Marxistes n°223

Dossiers

Revues

Livres

  • Bibliographie :
    - Aucune référence
  • Congrès Marx international - Cent ans de marxisme, bilan critique et prospectives : actes du colloque, PUF, 1996
  • HUSSON Michel, DE SANTOS Raphie, MANDEL Ernest, KATZ Claudio, Socialists and the Capitalist Recession with "The Basic Ideas of Karl Marx", Lightning Source Inc, 2009 [BooksGoogle]
    The credit crunch of 2008 produced an international recession in 2009. In this volume Claudio Katz and Michel Husson, both fellows of the International Institute for Research and Education, and Raphie de Santos lead an attempt not to only to describe the present crisis, but also to understand its causes and debate socialist solutions. Sean Thompson shows how neoliberal globalisation has an inbuilt tendency towards deflation. As explained in the article by Franois Sabado, the period since the turn of the century has been a disaster for American capitalism; first the catastrophe in Iraq and of the Bush government in general, and now an economic collapse that has completely undermined neoliberalism's 'Washington Consensus'. The ideologues of capitalism are on the defensive. But the Marxist explanation of the crisis has to be hammered home. Who caused this crisis? Why did it occur? What is it in capitalism that leads to the globalisation of poverty while a tiny elite become mega-wealthy? And what are possible alternatives? This book is a signal contribution to making those arguments.
  • KATZ Claudio, From Feudalism to Capitalism: Marxian Theories of Class Struggle and Social Change, Greenwood Press, 1989 [BooksGoogle]
    In his new book, Katz offers a new reading of Karl Marx's theory of history. The book re-examines two incompatible versions of historical materialism: one ascribes the primary cause of historical development to technological progress, the other to class struggle. Katz argues that these versions are inadequate, both as interpretations of Marx's theory and as explanations of the problems of historical change. His study distinguishes three different levels of analysis. The first level is Marx's own summaries of historical materialism, which typically award causal primacy to technology. The second level is Marx's historical studies of feudalism and the transition to capitalism, where class and class struggle play a central role. The third level is the modern debate on the transition from feudalism to capitalism. The history of this transition is chosen by Katz as an empirical test of Marxian theory because it is the principal source from which Marx developed the concepts for interpreting the dynamics of crisis in modes of production. By establishing a reciprocal movement between the respective explanatory roles of technology and class struggle on the one hand, and the historical record on the other, Katz evaluates their relative contributions to an understanding of the supersession of feudalism by capitalism. The result is a reconstruction of Marx's theory of radical social change, one which is "historically and theoretically more tenable." The book's first two chapters develop and contrast the two dominant principles of historical causality in Marx's work: class struggle and the development of technology. Subsequent chapters explore the history of feudalism's decline and final disintegration, and its replacement by capitalism, providing a critical analysis of Marx's theory of history. From Feudalism to Capitalism is an important new scholarly source for students of Karl Marx's social and political thought, or students enrolled in social science programs.
  • KATZ Claudio, Economía latinoamericana: de la década perdida a la nueva crisis, Ediciones Letra Buena, 1992
  • KATZ Claudio, Power, Policy and Neoliberalism, Sage Publications, 2001
  • KATZ Claudio, Comunismo, socialismo y transición: metas y fundamentos, Editorial de Ciencias Sociales, 2004
  • KATZ Claudio, El porvenir del socialismo, Monte Avila Editores Latinoamericana, 2006
  • KATZ Claudio, El rediseño de América Latina: ALCA, MERCOSUR y ALBA, Ediciones Luxemburg, 2006
  • KATZ Claudio, Las disyuntivas de la izquierda en América Latina, Ediciones Luxemburg, 2008
  • KATZ Claudio, La economia maxista hoy, Maia, 2009

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Dossier créé le 07/08/2011 et mis à jour le 08/01/2013
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